Hoy en día en las ciudades estamos acostumbrados a ver enormes todo-terrenos a los que apenas prestamos atención. Estamos muy familiarizados con estos mastodontes motorizados.
Os voy a presentar un todo-terreno que no os va a dejar indiferentes. A los que les guste el mundo del motor lo conocerán, a medias. Hablo del Citroën 2CV Sahara.
El 2CV era un utilitario que nació en la década de los 30 y se comercializó desde el 39, hasta dejar de fabricarse en el año 1990. Era un vehículo de apariencia frágil, ligero. Sus suspensiones blandas hacían de el un coche muy estable y adaptado a todo tipo de caminos.
Era un coche capaz de desenvolverse con soltura por caminos pedregosos y bacheados, pero en este caso no hablo del modelo convencional, sino del modelo Sahara. Un modelo 4×4 destinado al trabajo en caminos y obras. Su particularidad, una altura superior, tracción total y… dos motores. Un motor delantero para las ruedas delanteras y otro trasero.
Ambos motores podían funcionar a la vez para dar la tracción total o solo hacer funcionar uno para ser un 4×2. Es un modelo muy curioso ya que al llevar dos motores los hacía funcionar a la vez, a las mismas revoluciones. Algo que sucede actualmente con los híbridos. Quién diría en aquellos tiempos, que el llevar dos motores iba a ser lo «normal» hoy en día.
