Hoy en día, la mayor parte de los coches que existen en el mercado poseen un motor turboalimentado. Mientras en el pasado el turbo se destinaba a motores más exclusivos, en la actualidad este sistema se ha implementado como un estándar para lograr bajos consumos y emisiones.
Un poco de historia
El turbo, o turbocompresor es tan antiguo como el automóvil. Gottlieb Daimler ya implementó un sistema parecido para insuflar aire a su motor de combustión interna en 1885. Posteriormente, sería Alfred Büchi, ingeniero suizo, el que desarrollaría el primer turbo tal y como lo conocemos en 1925. Una turbina movida por los gases de salida hacía mover otra que comprimía los de admisión.
Sin embargo, el invento de Büchi, tardaría 20 años en ver la luz definitivamente debido a que los materiales disponibles en la época no permitían el desarrollo de tal artefacto. Más de un siglo después, los principios formulados por este inventor suizo se mantienen como una base para mejorar la eficiencia de los motores de combustión.
Pero, ¿cómo funciona un turbo?
El turbo es un sistema complejo y delicado, pero basado en principios físicos básicos. A mayor cantidad de oxígeno, mayor será la explosión. Su funcionamiento se basa en hacer rotar una turbina gracias a los gases de escape del motor. Así, dentro del turbo, el cual tiene forma de caracola, los gases de escape del motor moverán la turbina y posteriormente saldrán por el tubo de escape a una temperatura que ronda los 900º C.
Esta turbina, hace girar a su vez otra turbina, situada al lado contrario del turbo. Este lado, absorbe el aire del exterior del motor y gracias al turbo, el aire entra a alta presión en el motor, mejorando sus prestaciones. Esto se debe a que al comprimir el aire aumentamos la cantidad del oxígeno en él, provocando una explosión mayor que la que conseguiríamos con un motor aspirado.
El Intercooler
El Intercooler es un sistema de enfriamiento del aire que llega al motor. Cuando el aire sale del turbo en dirección al motor, la compresión a la que se ha visto sometido lo ha calentado, subiendo su temperatura hasta una cifra cercana a los 200º C. Esta subida de temperatura, hace que este aire pierda propiedades y nos aporte menos potencia a la explosión.
Es por ello que se creó el Intercooler, un radiador que enfría el aire que sale del turbo antes de que llegue al motor, para lograr así una mejor combustión del combustible y disminuir consumos y maximizar la potencia.
Turbo vs. Compresor
Pese a que el turbo es el más conocido, existe otro invento que realiza su misma función pero variando el origen de su movimiento, el compresor. El compresor recibe su movimiento del cigüeñal del motor. Así, el compresor realiza la misma función con el inconveniente de que el movimiento del mismo provoca que el motor necesite más fuerza para moverse a diferencia del turbo, el cual se mueve gracias a los gases de escape, sin esfuerzo.
El compresor, en cambio, ofrece un rendimiento desde el momento 0, ya que no necesita grandes cantidades de gases para funcionar, lo que hace que su funcionamiento sea más lineal que el del turbo.