En el cine, los coches han protagonizado un gran papel desde sus comienzos. El movimiento y la velocidad que imprimían a las escenas eran un gran atractivo para el público.
Vamos a hacer un repaso a una selección de coches que han marcado mitos en el cine y la calle.
El Aston Martin DB5 de 007: aunque Fleming describía a Bond con un Bentley, el director prefirió incluir en las películas el Aston. Más rápido y atractivo que el pesado Bentley. Ha aparecido en numerosas películas del espía inglés. En Skyfall se le rendía homenaje sacándolo de un viejo garaje. «Con este pasaremos desapercibidos» como decía M.
Otro inglés, Charlie Croker (Michael Caine), nos llevaría a finales de los 60 a Italia con su «Italian Job» En Turín plantearía robar un camión cargado de oro mediante tres Mini Cooper que serían todo un icono del cine desde entonces. Sin olvidar, por supuesto, las apariciones de un Lamborghini Miura que nos lleva por las serpenteantes carreteras de los Alpes , el DB4 de Charlie o el «Jag» Type-E.
En 1971, Spielberg rodó «El diablo sobre ruedas». Cualquiera que haya visto esta película puede recordar al Peterbilt oxidado o el valiente Plymouth Valiant que tan mal lo pasó en la subida a la colina.
Si la fraquicia de 007 tiene algo por lo que presumir es por tener una flota de coches de cine sensacional. En 1977, Roger Moore conduciría como James Bond una joya de Lotus, el recién salido de la fábrica Sprit. La historia nos cuenta que los productores buscaban un reemplazo al DB5 y que en Lotus llegó la noticia a oídos de su director, el cual cogió el prototipo del Sprit y lo colocó delante del lugar de reunión de los productores con unas letras enormes de Lotus. El resto, es historia.
En 1981 llegaría a la gran pantalla «Los locos de Cannonball» y con ella el Lamborghini Countach, al que veremos también en 2013 en «El lobo de Wall Street», que dejaría atrás al mismísimo Roger Moore con su DB5.
En 1983, John Carpenter nos traería «Christine» de Stephen King. Christine es un Plymouth Fury rojo del 58 con instintos asesinos. Una belleza mortal de coche.
Eddie Murphy protagonizaría en 1984 «Superdetective en Hollywood» en la que veríamos al Mercedes SL500 moverse por las calles de los ángeles. En el mismo año, en Miami el Ferrari Daytona protagonizaba «Miami Vice».
1985 es el año en el que John DeLorean vería su sueño frustrado, el DMC-12 en la gran pantalla. Robert Zemeckis decidió convertir el innovador pero poco vendido DeLorean en su máquina del tiempo, que llevaría a Marty a 1955 donde lo confundirían con un O.V.N.I. nada más llegar. En EE.UU. podemos ver réplicas de esta máquina del tiempo en muchos lugares.
Pontiac también vería en la década de los 80 como uno de sus modelos, el Trans-AM se convertía en un ídolo de masas gracias a Michael Knight y K.I.T.T. en «El coche fantástico». Muchos de los poseedores de estos coches tienen en su capó las luces rojas de la serie.
En los 90 volvería el Mini a las pantallas, aunque en este caso con una labor menos profesional, Mr.Bean llevaba su Mini verde con capó negro a todas partes. Que no se le ocurra a nadie robarlo, ¡se lleva el volante consigo!
En 1991 Terminator volvía a las pantallas para proteger a John Connor. En su huida, tras recoger a Sarah, se ven perseguidos por el T-1000 estando a bordo de un Ford LTD Crown Victoria.
En 1997 veríamos de nuevo en pantalla al LTD Crown Victoria, un modelo posterior y pintado de impoluto negro en «Men In Black». También deberíamos decir lo del botoncito rojo, ¿aunque eso es otra historia no?
Ese mismo año, la marca de la estrella apostaría por «Jurassic Park: El mundo perdido» para mostrar en primicia su nuevo todo-terreno, el ML, el cual casi salva de su caída a un gran camión en la película.
¿Quién diría que un 406 pudiese correr tanto? En 1998 Luc Besson ponía en pantalla al Peugeot 406, aunque un poquito tuneado.
En 1999, 007 se vestiría de banquero y para ello optó por un coche algo más clásico que de costumbre. EL BMW 750iL protagonizó una espectacular persecución en el interior de un parking… ¡a control remoto! Un gran coche con un motor aún mejor, elegante, cómodo y deportivo.
Los 2000 traerían consigo la franquicia de películas de coches por excelencia, «A todo gas». El Mitsubishi Eclipse verde es uno de los mitos junto al Toyota Supra naranja.
Otro coche que despuntaría aquél año sería el Mustang de «60 Segundos», Eleanor, que así lo llamaba Nicolas Cage se llevó el protagonismo del filme.
En 2004 Will Smith conduciría el que después acabaría siendo una especie de prototipo del R8, el Audi RSQ en «Yo Robot».
Con la llegada de Daniel Craig a la franquicia de 007, Aston Martin recuperaría el terreno perdido colocando en pantalla el elegante DBS que veríamos dar numerosas vueltas de campana en «Casino Royale».
Este viernes veremos en pantallas «Need for speed» la cual recoge numerosos super-deportivos como el McLaren P1.
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