Si ayer hablábamos de la incorporación de una nueva tecnología a la conducción hoy quiero hablar de la conducción en «estado puro». Está claro que toda innovación en el mundo del motor va encaminada a la mejora del control del coche o la moto, pero cada vez que los fabricantes añaden una novedad a sis coches perdemos algo de control sobre los mismos también. Nos dan control sobre la trayectoria dándole el control del coche a un ordenador.
El ABS, ESP, el arranque asistido en cuesta… todo ello son comodidades y ventajas en temas de seguridad hasta el momento que salimos de las condiciones para las que están programados. Y es que estos sistemas se basan siempre en experiencias previas. Pero ¿y si el mundo no es igual siempre?
Además, estos sistemas quitan al conductor la sensación de control sobre la máquina, los hacen más dóciles, insípidos, aburridos. Esto también puede llegar a convertirse en un problema, ya que el conductor (todos los nuevos conductores), no aprenden a conducir sin dichas ayudas, por no hablar de los dichosos Park Assist. Eso significa que si algún día se ven forzados a llevar un coche sin estas ayudas no tendrán experiencia y si quieren frenar en una emergencia acabarán chocando contra lo que haya delante sin ABS.
Claro está que de esto se han dado cuenta algunas personas que venden cursos de conducción en los que incluyen situaciones que se pueden dar en la conducción cotidiana con y sin estas ayudas. Algo que la mayor parte de los conductores no harán en toda su vida.
Y vosotros, ¿sabéis manejar vuestro coche sin estas ayudas?
