Renault Zoe: un eléctrico para la vida real

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Esta semana hemos probado el Renault Zoe, uno de los pocos vehículos 100% eléctricos que se venden en el mercado español.

El Zoe es un utilitario de poco más de 4 metros y 5 plazas totalmente eléctrico que hará disfrutar a sus conductores.

Su apariencia es la de un utilitario convencional, con un diseño atrevido, y diseñado para mejorar la aerodinámica, muy cercano al resto de modelos de la marca francesa en particular al nuevo Renault Clio con su rombo en la parte frontal. Tras este rombo se sitúa la toma de corriente y que abriremos mediante un botón en la tarjeta/llave del coche. La parte trasera, con sus faros transparente con bordes azulados se vuelven rojos al frenar. Sus puertas traseras incorporan unos tiradores enmarcados en las ventanillas, los cuales no sobresalen de la carrocería mejorando el coeficiente aerodinámico y dando un aspecto coupé al Zoe. Un dato llamativo es el tinte azulado de sus faros y los cromados para remarcar su aspecto de vehículo eléctrico de la gama Z.E. de Renault.

Al montarte lo primero que llama la atención del conductor es la luminosa pantalla TFT del salpicadero que se enciende y muestra el nivel de carga del vehículo. El interior cuenta con unos acabados dignos de la marca del rombo, con unos asientos cómodos en los que no te importará pasar bastante tiempo, un salpicadero en colores claros y con toda la tecnología de hoy en día mediante su R-Link: navegador, radio, mp3, usb, SD, Bluetooth…  El aire acondicionado es también muy eficiente sin embargo hay que hacer un uso del mismo siendo consciente del gasto que este hace de la batería del coche. Si hay algo del Zoe y su estación multimedia que no nos gustó es su conexión Bluetooth. Permite la conexión fácil de smartphones pero la reproducción de música desde los mismos se nos hizo imposible, por el contrario la calidad de llamada es perfecta.

Tras abrocharnos el cinturón «ponemos en marcha» el motor. Pisamos el pedal del freno y pulsamos el botón Start/Stop. No es necesario insertar la tarjeta/llave en el lugar dedicado a ella, simplemente el coche la reconoce por proximidad, un sistema ya establecido en Renault. Un sonido nos indicará que el coche está en marcha. Ahora mantenemos pisado el pedal del freno y desplazamos la palanca de cambios hacia atrás, su cambio automático se indicará en la pantalla del salpicadero.

Un aspecto a tener en cuenta es que cuando quitamos el freno de mano y soltamos el pedal de freno el Zoe avanza sin pisar el acelerador. El movimiento es muy suave y ningún sonido de motor te indica lo más mínimo de la velocidad a la que avanzas por lo que tienes que andar atento al cuentakilómetros o utilizar el control de velocidad.

Al girar el volante nos damos cuenta de que su dirección asistida es muy suave y se endurece al aumentar la velocidad. En las rotondas no tendremos problemas para salir ya que su aceleración es impresionante, salir de 0 a 50 en 4 segundos (según datos oficiales aunque en nuestra experiencia es menor este tiempo) hace que puedas salir sin tener que preocuparte por muchos coches que con otros coches tendrías que frenar.

En cuanto a su maniobrabilidad cabe decir que el Zoe es un coche muy ágil y alegre. No tendremos problemas para aparcar ya que sus dimensiones unidas a su sistema de control de espacios que muestra en pantalla la distancia a los obstáculos y los pitidos ayudan mucho a aparcar. Cabe decir que la marcha atrás actúa como la D (Directa) lo cual hace que el Zoe sea capaz de alcanzar una gran velocidad hacia atrás así que cuidado, ¡que se embala!

En carretera el Zoe se mueve también con soltura. Según los datos proporcionados por Renault su velocidad máxima es de 135km/h aunque en la práctica esta velocidad es mayor. Su motor eléctrico tiene suficiente potencia como para realizar adelantamientos sin demasiados problemas y sin preocuparnos de reducir gracias a su cambio automático.

La habitabilidad del Zoe es muy buena, sus 5 plazas son cómodas y hay suficiente espacio para las piernas. El maletero es grande para un utilitario de este tamaño, sus 338 litros son más que suficientes para un uso cotidiano.

En cuanto a su autonomía, en nuestra prueba realizamos unos 150 kilómetros, alternando autovía y ciudad y cambiando del modo ECO (reduce el nivel máximo de aceleración) y el modo normal. El Zoe recupera carga al soltar el acelerador y avanzar por inercia y en las frenadas lo que hace que la autonomía varíe dependiendo de nuestra conducción. Estos 150km podrían haber sido más de contar con una carga completa ya que se nos entregó con 130km de autonomía (estimada) y se entregó con 11km aún.

Su carga se realiza en un 80% en 30 minutos mediante el cargador rápido. Destacar que Renault instala a sus compradores gratuitamente la estación de carga (valorada en 3000€) en la que enchufar su coche. La batería tiene una vida limitada por lo que se lleva a cabo un renting de la misma. los compradores de los modelos Z.E. de Renault pagan una cantidad mensual de 79€/mes para que llegado el momento de cambiarla (5/6 años) Renault la cambie «gratuitamente». El valor de la batería supera los 5000€.

Como conclusión, el Zoe es un vehículo urbano que trae a las calles el concepto eléctrico renovado, un vehículo eléctrico útil de verdad para compradores que necesiten un coche para la ciudad con todas las comodidades de un coche normal y el beneficio (para el usuario y el medio ambiente) de ser un vehículo 100% eléctrico. Sin embargo la duración de la batería, su vida útil y las cuotas mensuales para el renting de la misma pueden disminuir el atractivo del Zoe.

Nota: 9/10

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