Audi R8 V10: Una bestia de 525CV

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El sol mediterráneo, la brisa veraniega y el rugido de un V10, ¿se puede pedir más? En 4Ruedas hemos tenido el privilegio de conducir un coche que se escapa de lo ordinario, una bestia sobre cuatro ruedas, el Audi R8 V10.

525CV y tracción total

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Audi R8 v10

Lo primero que sientes al sentarte en el asiento del conductor de un coche es la postura que pide el propio coche. No es un coche para viajar, no es un coche para ir de compras, es un coche para divertirse, y mucho. Los asientos, tan bajos como el propio chasis permite te sitúan en una posición más cercana a la de un piloto de F1 que a la de un conductor.

En cuanto arrancas el motor, una sensación extraña te invade. No sabes si te gusta… o te encanta. El sonido del V10 de 5.2 litros de origen Lamborghini y 525CV te deja atónito al principio, para después convertirse en una imponente melodía automovilística.

En el interior, los detalles deportivos se solapan con la sobriedad y utilidad de los modelos de la casa de los cuatro aros. Sí, es un deportivo, pero no por ello ha de ser incómodo. En el centro, entre los dos asientos, el freno de mano y una pequeña palanca de cambios para manejar su caja de cambios automática o semi-automática con levas en el volante.

Si bien este es el aspecto más negativo de este modelo (el de 2012) al ser una caja de cambios algo lenta y brusca, Audi solucionó esto justo un año después, en 2013 con una caja S-Tronic de nueva fabricación.

En cuanto pones la caja en modo secuencial y pisas en acelerador te das cuenta de lo que llevas entre manos ¡y sin poner el modo sport! La potencia es instantánea y notas como sus enormes ruedas 235/35 R19 en el tren delantero y 295/30 R19 en el tren trasero agarran con contundencia el asfalto pese a su empuje de 530Nm.

El coche se agarra a las curvas como si una fuerza invisible lo aplastase contra el asfalto pero sin dejar de ser ágil. Su peso, de 1695 kg, ayuda a esto y su tracción Quattro, derivada en gran parte hacia el tren trasero, hacen del viaje un verdadero disfrute.

¡Un sonido escandaloso de escándalo!

SI algo destaca por encima de todo en este deportivo es su sonido. Pocos deportivos pueden deleitar a sus conductores con una melodía como la de este V10. A bajas revoluciones es rudo y contundente. Conforme van subiendo las revoluciones en el cuentarevoluciones el sonido se vuelve más fuerte, estridente y llamativo.

Es una melodía que pocos podrán quejarse… excepto los vecinos…

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